Cuatro participantes en la ciudad de Cartagena relatan su experiencia y cómo su vida se ha transformado de forma positiva.
Sus historias y nombres son distintos, pero su anhelo por trabajar y salir adelante es la misma. Gleimys Gaviria, Leonar Navarro, Zenith Benítez y Luis Armando Villadiego participan en el programa Empleo para la Prosperidad | Empleos para construir futuro y con alegría en sus ojos relatan sus historias.
“Todo ha cambiado”
Gleimys es una joven madre cabeza de familia cuya vida gira alrededor de sus dos hijos. Por una casualidad de la vida conoció el programa a través de una vecina y no lo dudó un instante: “dejé a mis hijos y me tomé la libertad de ir a ver. Llevé mi cédula y cuando llegué me cuentan que están buscando jóvenes para cambiarles su modo de vivir, para que estudien y bueno me encantó”. Gleimys se encuentra estudiando salón, restaurante y bar y ya ha tenido la oportunidad de practicar en un restaurante los conocimientos aprendidos. Como bien lo dice ella misma, “antes yo no hacía nada, no me dedicaba a nada, no estudiaba nada, solo a cuidar a mis hijos y hoy estoy acá, dándole otro modo de vivir a mi vida, a mis hijos”.
“La felicidad no me cabe en mi cuerpo”
La vida de Leonar Navarro no ha sido fácil. Junto con su familia, esta mujer de 30 años, fue desplazada del Carmen de Bolívar por el conflicto armado en la región, de donde tuvieron que dirigirse a Santa Lucía (Atlántico), para finalmente arribar a la ciudad de Cartagena. Como ella misma lo dice, “lo perdimos todo” y sus estudios de bachillerato se vieron interrumpidos. Hace un año Leonar perdió su empleo en un almacén de la ciudad: “Yo estaba triste, porque la verdad no tenía trabajo y tengo tres hijos, no sabía qué hacer”.
Allí fue cuando conoció al programa, se presentó y empezó a estudiar, formándose para un trabajo. Reconoce que el proceso ha tenido dificultades, pero que “aquí nos han brindado apoyo psicológico, nos han brindado excelentes profesores, nos ayudan (…) es más, nos pusieron una excelente institución, la Universidad de los Libertadores, estamos como unos príncipes por decirlo así”. Leonar agradece, puesto que como ella misma lo comparte, “yo me sentía desubicada, sin un apoyo, porque ya cuando uno está en una ciudad que uno no conoce, donde uno toca, cerraban las puertas. La felicidad no me cabe en mi cuerpo, es una oportunidad extraordinaria, gracias a ello mi vida ha cambiado para mí y para mis hijos”.
“Quiero trabajar para sacar adelante a mis hijos”
Zenith es una madre que ve por sus cuatro hijos, tres niñas y un niño con discapacidad. Su historia es también la historia de la violencia en el país, puesto que fue desplazada y así fue como hace 10 años llegó a Cartagena. Los tratamientos y medicamentos que necesita su hijo son costosos, pero ella no se ha dado por vencida. Adelantando trámites para su hijo, una vecina le contó sobre el programa. Enit se inscribió y se encuentra estudiando para trabajar en hoteles de la ciudad, recibe apoyo psicológico, así como auxilios de alimentación y transporte: “esto es una bendición, porque me estoy preparando, anteriormente no hablaba con nadie y en el salón somos un grupo de mujeres que nos apoyamos”. Sus deseos y llamados para que su hijo pudiera estudiar tuvieron eco: “yo le pedí a Dios tanto un estudio para mi hijo y hoy estudiamos los dos”.
“Lo más importante es cumplir los sueños para mis hijos”
Como muchos jóvenes colombianos, Luis Armando quería seguir estudiando una vez terminado el bachillerato. Sin embargo, la realidad fue otra: “yo me gradué en el 2009, quería estudiar pero las puertas se me cerraron. Se me hizo muy difícil estudiar, entonces me tocó trabajar desde que me gradué en el 2009”. Luis Armando trabajó desde entonces, hasta que se le presentó la oportunidad de estudiar auxiliar contable y financiero, gracias al programa. “A pesar que tengo dos hijos, tengo mi mujer, tengo mi mamá a cargo, tomé la decisión de estudiar y lo hago por ellos”. Luis Armando cuenta que ha conocido personas excelentes, docentes, compañeros y compañeras. Su sueño, trabajar por los sueños de sus hijos: “El sueño mío que era de pronto ser futbolista, ser doctor, ya eso no vale, lo más importante es cumplir los sueños para mis hijos. Y, ¿cómo lo voy a lograr? Estoy estudiando, tengo un buen promedio y quiero ser el mejor del salón, porque quiero salir adelante y brindarle un mejor futuro a mis hijos”.
Cuatro historias y cuatros rostros, que muestran las ganas que jóvenes y mujeres tienen por salir adelante. Por ello, oportunidades como las que brinda el programa Empleo para la Prosperidad | Empleos para construir futuro, esperan ser una primera puerta que se abre para la consecución de sueños y la materialización de condiciones de vida digna.
Gleimys, Leonar, Zenith y Luis Armando son cuatro participantes del Programa Empleos para la Prosperidad | Empleos para construir futuro en la ciudad de Cartagena, iniciativa de Prosperidad Social, el Gobierno de Canadá y Cuso International, con FUPAD Colombia.